viernes, 11 de julio de 2008

El chico 10 (1ra parte)

(de un mail envíado un 2 de agosto de 2004 desde Dresden, a un amigo entonces virtual)


Querido JR,

en general suelo escribir el título del mail luego de haberlo escrito. Pero esta vez ya lo he pensado de antemano. Se titulará "el chico diez". Eso es porque la historia es sobre el décimo hombre con el que comparto intimidad. Y fue tan maravillosa la historia, y él me parece tan maravilloso, que realmente siento que ha valido más que las otras 9 anteriores juntas. Todavía estoy en las nubes y no sé bien qué pensar.

Paso a la inevitable anécdota. Esto comenzó el viernes. Fue un día muy largo e intenso. No por el trabajo precisamente. De hecho me fui temprano porque Gudrun, la secretaria del instituto de la que soy bastante amigo, me invitó a conocer a su caballo. Está en un lugar apenas en las afueras de Dresden, pero ya muy campestre. Además hizo un día de sol espectacular y la temperatura no era excesivamente alta. Gudrun quiere mucho a su caballo que se llama Chico. Lo cepilló, lo bañó, y luego lo montó durante un rato. Y luego me invitó a montarlo a mí. No tengo recuerdos de haber montado un caballo en mi vida, quizás cuando era muy niño. Así que fue una gran experiencia. Comprendí el significado de todos esos refranes como "dar rienda suelta" (a la imaginación), "tener las riendas" (de la situación)", "soltar las riendas", etc... En mi caso digamos que no pude tener las riendas, el caballo hacía lo que se le cantaba, y no me animaba a tirar muy fuerte. Así que paseé mientras Gudrun lo dirigía desde abajo. La pasé muy bien y me relajó mucho. Saqué fotos que te puedo mandar en otro momento.

(ya le dediqué un gran párrafo a algo completamente secundario, o no sé, quién sabe qué lugar en el destino tuvo esa cabalgata)




Volví a Dresden a eso de las 9 de la noche. Habíamos quedado con otra gente en salir. Al final no éramos muchos, T y J (pareja inglesa), y C. y Th. (española un tanto insoportable y su novio alemán). Fuimos a un Biergarten, pero como la noche se puso fresca al rato nos fuimos a un café. La pasé bien, pero nada espectacular. Bog iba a una barbacoa y habíamos quedado en llamarnos para después.

La cuestión que llego a casa a la medianoche pasada, y veo que tenía un mensaje de Bog de las 11:30, que qué iba a hacer yo. Lo llamo igual a pesar de la hora, y me contesta que estaba en la oficina (?), que ya estaba cansado para salir. Le digo que no hay problema, que duerma bien. La cuestión es que a pesar de estar cansado yo tenía ganas todavía de salir. Ya había tomado dos cervezas de medio litro, así que estaba en un estado justo. Decidí ir a Boy's solo. Hacía rato que lo quería hacer. Siempre voy con Bog, y es la gran dicotomía. Al estar acompañado la paso bien porque charlo con él, pero no da para que me levante a alguien porque justamente estoy acompañado. Además Bog no pareciera ser del estilo que podríamos los dos levantarnos a otros dos. En fin.

Pero ir solo me da siempre cosa, porque me arriesgo a estar ahí sentado solo en la barra, papel medio patético, porque casi todos andan en grupos, pero también así tengo la posibilidad de comenzar algo sin la restricción del que me acompaña. En fin.

Igual me dije "Maestruli, estás cansado, vos vas te tomás una cerveza chica, te quedás un ratito y te volvés, no te hagas ninguna expectativa de nadá". Me vi tentado de quedarme en casa, ¡pero bendita la hora en que decidí salir! Otro detalle es que en general estas primeras veces que fui a este bar iba muy producido, remerita ajustada y lo más fashion posible, gel en el pelo, algunas veces un pantalón naranja y rojo que me compré hace poco. En fin, bastante estereotipo lo mío. Pero esa noche del viernes me fui con un jean, remera blanca lisa (aunque debo decir que me queda muy bien), y sin gel, apenas mi cresta que ya me queda natural por el último corte de pelo que me hice.

Así salí. El bar queda apenas a 200, 300 metros de casa. Había mucha gente en la puerta y estaba muy lleno, algo sorprendente porque acá ya empezaron las vacaciones y pensaba que la gente se las tomaba. Ya los chicos de la puerta, a pesar de no conocerlos directamente, algunos me saludaron cuando tuve que pasar entre ellos. Y ya dentro del bar...

7 comentarios:

pixie5th dijo...

Maestruli, ya q hablas d salidas en solitario o en campañía, te comento que fui a al CC de la cooperación a ver "La maña"... son excelentes, actor-y-pieza... reís-reís
feliz viaje
:)

Anónimo dijo...

Espero que a tu regreso completes la historia...a un chico 10 no hay que hacerlo esperar, ¿o sí? Vuelvo a felicitarte por el blog: ¡las huellas de Proust son indelebles!Besote.

pal dijo...

juajajajaja... a ver que fue lo que pasó... mmmh... y si pasas por el barrio no dudes de visitarme.

Maestruli dijo...

Pixie: ya me diste la info sobre "La Maña". Espero poder verla pronto y compartiremos puntos de vista.

Crimson: ¡Bienvenida amiga! ¡Gracias por tu comentario y por el elogio! Por favor no me digas que hay huellas de Proust porque me inhibo. Postearé pronto la segunda parte de la historia...

Pal: sin duda te golpearé la puerta cuando esté por tu barrio. ¿Te referís al barrio real o virtual? ¡Qué matete!

pal dijo...

cabeza de poto! al real!
pero por el virtual pasa y haz lo que quieras... beso

Maestruli dijo...

Jajaja Pal! Mirá que acá a los gays se les dice putos, y a veces se deforma y le dicen potos también... sí, tengo cabeza de eso, jajaja. Pues ojalá pueda volver pronto a Alemania y coordinamos un encuentro...

Martín dijo...

qué cagada, ahora ya me enteré. Pero el interés no decrece. Sí sos homosexual. Lelo el tipo. ¿Así que estuviste en Alemania? Yo vivo en Munich, pero soy de Mar del Plata. Si no fuera por mi novia, que es alemana, ya me hubiera ido al diablo de este zoológico.
un abrazo,
Martín