domingo, 7 de junio de 2009

Los humores

Las tardes soleadas de invierno me provocan una feliz melancolía, recuerdos lejanos de infancia.


4 comentarios:

pal dijo...

Frente a la biblioteca de la ciudad del lado hay una arcada de piedra y un portón de madera... hay una inscripción medieval en el muro... si atraviesas entras a un jardín antiguo y verde... es el jardín antiguo de la biblioteca.
En eso pensé cuando leí este poema.

Maestruli dijo...

Yo conocí ese poema a través de una canción de Guastavino (compositor argentino), y siempre me sugirió muchas cosas, en particular esas imágenes de infancia que evoqué en el post. También siento un apego hacia los jardines algo abandonados, con fuentes o bancos. Me gustaría expresarlo mejor en palabras todo eso. Intentaré hacerlo.

En qué ciudad es ese jardín que contás?

pal dijo...

En Reutlingen am Neckar, es una ciudad enana sin mayor brillo, pero como toda ciudad alemana te sorprende una esquina más que la otra.
Fuí a ver al museo del grabado una exposición de Grishaber. Fue muy interesante pues este tipo vivió siempre ahí e ilustró las obras de Neruda. Para mi fue una sorpresa, no lo sabía. Adrián y su clase de arte me llevaron allá.
Y de yapa estaba este jardín al frente.
Me recuerda estos jardines ingleses cerrados... los conoces?
Me gustan mucho proque esto de cerrarlos les da una especie de silencio, de vivir a parte del mundo y la ciudad que me gusta mucho.
refugio! eso es, son refugios.

Maestruli dijo...

Gracias Pal por la data! Sí, definitivamente las ciudades chiquitas y fuera de los circuitos turísticos tienen un encanto particular, uno encuentra rincones tranquilos. Los refugios que nombrás vos. Aunque esa palabra también le encuentro algo negativo, refugio antibombas, refugiados, etc...