lunes, 14 de febrero de 2011

El juego de la oca

Mi vida se divide en etapas, ciclos, de 6 o 7 años. La mayoría de estos ciclos están ligados a la educación:

1) 0 a 5 años (de 1971 a 1976): Infancia temprana, pocos recuerdos, borrosos, poco intensos en general. Algunos ligados al jardín de infantes.

2) de 6 a 12 años (de 1977 a 1983): Escuela primaria, recuerdos más definidos, nombres propios, todo tranquilo en general.

3) de 13 a 18 años (de 1984 a 1989): Escuela secundaria, industrial, sólo varones. Ya tengo recuerdos épicos: de la elite al ostracismo.

4) de 19 a 27 años (de 1990 a 1998): Facultad con gran parte del conservatorio. Primeras depresiones, momentos intensos, desorientados. El primer año que hice el CBC y el último que ya había terminado la facultad, sin hacer casi nada. Se podría decir que fueron bisagras con los períodos adyacentes.

5) de 28 a 34 años (de 1999 a 2005): Doctorado y post-doctorados: Francia, Israel y Alemania. Cambio de hogar y decorado. En esta etapa tuve mi educación sentimental, aprendí sobre la vida como nunca antes.

6) de 35 años hasta ahora (desde 2006): Asentado nuevamente en Argentina, con puesto de trabajo (¿)estable(?). La incertidumbre de cuándo terminará, qué cosas podrán marcar el inicio de una nueva etapa.


¿Mi vida será tan estructurada como mi personalidad?

7 comentarios:

pal dijo...

En esto nos parecemos, yo tb busco descubrir ciclos para ver cuando empieza o termina algo. No hay caso.
Algo de ritmo hay, si, pero la nueva etapa se inicia cuando a uno le da asco de la anterior. Sn mover el culo, no hay etapa, hay un par de tumbos y ya. En esa estoy.

Maestruli dijo...

Claro Pal, el tema es que hasta ahora lo externo marcaba mis etapas (cambios de ciclo educativo, cambios de países). Y ahora no sé qué marcará el cambio de etapa. Aunque bueno, de hecho me han sucedido cosas fuertes que me dan indicio de que estoy en otro momento de mi vida. Y no solamente por cumplir 40 años...

Me da curiosidad saber cómo fueron tus etapas.

pal dijo...

mmmh... a mi me da dolor... la dictadura y la enfermedad de mi padre hicieron del asunto una cosa medio marcada por un cierto halo de tristeza... menos mal que yo no soy muy tristona... lo voy a ensar y te cuento.

Alejandra dijo...

Maestruli!!
Es verdad que cumplir 40 años no es cuestión de cambios de dígitos solamente. Me animo a decir que tenemos la mitad del camino recorrido, o más pasado que futuro?, no sé..., pero sí sé que ahora podemos elegir cómo vivir estas nuevas etapas con o sin estructuras.
A mi me marcaron diferencia de vida mis novios!! mejor no digo cuántos!!!

Maestruli dijo...

Pal, ¿qué te da dolor? ¿Pensar en tus etapas? ¿O el dolor marcó tus etapas?

Quizás yo debería hacer un ejercicio y pensar en mis etapas sentimentales, que seguramente las tuve.

Maestruli dijo...

Hola Ale!

Sí, uno quizás piensa en eso de "la mitad del camino recorrido", como decía el Dante al principio de la Divina Comedia (aunque para el Dante eso fue a sus 35 años de edad...)

Si yo tuviera etapas de mi vida según novios, o tendría poquitísimas y cortísimas etapas. O si romances o amantes contaran, tendría demasiadas etapas (aunque aún más cortas).

Anónimo dijo...

Claro, me da dolor el volver a sentir el desamparo, la pérdida, la desesperanza... fue muy feo... yo soy una persona con parabólica en cuanto al ambiente sentimental-emocional (mi hijo es igual) y podría escribir sobre eso, sobre como se siente y se socializa la gente en un país así. Me da risa los que creen que una cesantía del 36 % en un país no los tocó porque tenía 10 años. Tan locos... de hecho, están.
Y sin embargo puedo amar, ser amada y trabajar. Incluso soy capaz de ser feliz y saber que algunas cosas tristes no son realmente más que etapas que pasan.
Como escuche decir el otro día en la tele al sicólogo a una víctima de violencia: el mundo es violento, la mayoría no tenemos que vivirlo directamente, pero a ti te toco y sigues viva, pasó, ese es tu misterio y tu tesoro.
Cierto.