sábado, 2 de agosto de 2008

El chico 10 (6ta parte)

(¡capítulos finales! sigue la historia que le escribí a mi amigo JR hace cuatro años, exactamente hoy)


El sábado hizo lindo día también. Me fui a una pileta, y luego al cumpleaños de Tim, llegando más tarde de lo convenido. Me fui bastante producido, con una remera que me compré hace poco, verde y azul, que dice Berlin, con detalles muy modernosos, muy cool. Me engominé el pelo, y la cresta que tengo en medio de la cabeza quedó bien paradita. Me puse el jean más nuevo. Cuando llegué al cumpleaños todos me dijeron "¡guau Alejandro! ¡qué pinta!". Bog también estaba invitado (pero con esta gente todavía la vamos de tapados, salvo con la señora y el señor Bloom).

Para esa misma noche yo también estaba invitado a una reunión de un colombiano colega mío, que ahora vive en mi mismo edificio. Eso le había dicho a Tim, que quizás me tuviera que ir antes de su fiesta con esa excusa. Antes de la fiesta le escribí a Heiko que por supuesto quería verlo, que alrededor de medianoche yo estaría libre. Y en el medio de la fiesta recibo un mensaje suyo en el celular, que a partir de las once estaría en el bar Boy's con Frédéric y su amigo, que ahí me esperaba.

A partir de ese momento no paré de mirar el reloj a cada rato. A las once me empecé a poner muy nervioso, y veía que la fiesta seguía para rato largo. Once y media dije que tenía que irme a lo del colombiano. La señora Bloom me dijo: "pero quédate un rato más". Y como me iba, finalmente me dijo medio en broma: "¡ojalá que la otra fiesta esté muy aburrida!". Y yo pensaba "¡seguro que no!".

Así que pedaleé a toda velocidad hasta mi casa. Antes le mandé un mensaje a Heiko que por favor me esperara, que en media hora estaría por allí. Llegando a mi casa pasé por la puerta de Boy's en bicicleta y había un mundo de gente en la puerta. Dejé la bici en casa y ahí fui caminando, sin llevar ningún abrigo porque la noche estaba fantástica.

Llegué al bar, esquivé la gente de la puerta, y ahí dentro estaba él, esperándome. Saludé primero al alemán amigo de Fréd, y luego a Heiko. Nos abrazamos directamente y nos besamos, como si las horas sin vernos no hubieran pasado. ¡Fantástico! Me pedí una copa de vino tinto (porque en la fiesta de Tim ya había tomado unas cuantas). Estuvimos todo el tiempo abrazados mientras yo bebía. Y yo ya estaba al palo.

Un detalle, mientras estaba así con Heiko, pasó Myrko (¡estos dos nombres que casi riman!). Me reconoció y se quedó bastante sorprendido de verme ahí tan agarradito con un tipo. En general me saludaba con un abrazo afectuoso, pero al verme así con otro, me dio la mano y se fue sin decir nada. Tengo que confesar que disfruté ese poder mostrarme con otro delante de él. Pero a pesar de creer que Myrko me es indiferente ya, me di cuenta que en esos momentos en que pasó, me saludó y se fue, mi pija se ablandó, o sea que esa situación me puso algo nervioso. Pero fue un instante, en fin.

No nos quedamos mucho en el bar esa noche. Fréd y su amigo se iban a dormir. Fréd pagó mi vino, a pesar que yo insistí en pagar (ya nos había invitado la noche anterior). Y me dijo en broma: "si me estás haciendo un favor llevándote a Heiko, que no tengo mucho espacio en mi departamento". Así que nos despedimos en la puerta y con Heiko nos fuimos otra vez a mi casa. Otra vez fuimos de la mano y abrazados por la calle, y esta vez no era tan tarde, la una. Estaba lloviendo un poco, pero con el calor que hacía eran muy agradables las gotas sobre los cuerpos.

Y todo volvió a ser tan maravilloso como la noche anterior...

6 comentarios:

Tontin dijo...

Maestruli, estoy de viaje,lejos de casa y leyendo tu blog! Me deja el bus, besos!

Maestruli dijo...

¡Guau Tontín! ¡Me hiciste un comentario al hilo! Y justo vengo de postear nuevamente...

¡Que tengas un muy buen viaje!

Anónimo dijo...

Hasta ahora, lo único que me despierta cierta desconfianza es el comentario de Fred. Esta vez, ¿Heiko llevó el cepillo de dientes?

Maestruli dijo...

Crimson! Qué memoria para la trama! La verdad que ni me acuerdo, pero me parece que se olvidó nuevamente el cepillo de dientes.

¿Desconfianza Fréd? No, la verdad que se portó, y gracias a él conocí a este chico :-)

Beya dijo...

¡Pero, nene! ¿Falta mucho para el final? Ya me comí todas las uñas...

Maestruli dijo...

¡Jajaja Beya! Tranquila, falta muy poco para el final. Pero no esperes gran cosa, será una especie de final abierto.